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lunes, diciembre 18, 2006

Me seduce el deseo de hacer el amor...

Me seduce el deseo de hacer el amor
de lanzar una mirada como mensaje de humo
cuando el fuego quema el deseo entre los huesos
y el polvo humeante del instinto se eleva
y una invitación al polvo empolva el cuerpo
y el cuerpo es la repetición de otros
cuando otro cuerpo con forma de mujer se posa
y hace pozo en un mar de deseos
en donde un hombre navega sus ganas
sobre un mar de líquidos transparentes
y esa mujer es la isla deseo encarnado
busco sus tetas entre las sombras de mis dedos
para cabalgar cuesta arriba con un verso que suda
mientras me monto en mi lengua sin mitos
sobre la llanura de su vientre llano y blando como un desierto
hasta el monte en donde Venus de temblor nace
cuando llega un ejercito de dedos trasnochados
que roban un suspiro traspirado de colores rojizos
cuando el color se pierde entre unas piernas claroscuros
sobre las cuales una ciudad en silencio gime
cuando su carne late y un cuerpo de hombre toma por asalto
la costa de su monte se pierde en una cueva
hacia donde un minotauro cabalga en silencio
cuando un grito como de sirena se escapa fugitivo
y el día y la noche hacen el amor tras la ventana vacía
y al ciudad es un carnaval de edificios erectos
y el mar un gran enigma de olas abiertas
y la luna un gran péndulo que eriza los deseos
y las palabras son sólo excusas del que busca
en este momento en que me seduce el deseo de hacer el amor
y tiemblo entre los bellos de mi piel que no callan
y me vengo sobre esta página y tus ojos astrales
en este momento en que de palabras redescubro las ganas
y te nombro sin letras con un beso sudando silencios .

lunes, diciembre 11, 2006

Homenaje a Fernando Delgadillo



Hoy rindo homenaje a Fernando Delgadillo, uno de los cantautores mexicanos más importantes que ha hecho poesía con su voz y su guitarra de la mano y en concubinato de la letra de sus canciones.

Escucho a Fernando Degadillo casi todos los días. La letra de sus canciones me trae rostros, trastoca el reloj de mi recuerdo, desarticular en segmentos mi corazón y mi celebro, y me redime al espacio sencillo de la expresión simple y sincera.

Aquí comparto una de las letras de sus canciones. Si quieren leer y saber más sobre él, pueden dar pulsar aquí...


Olvidar

(Fernando Delgadillo)


Hoy siento frío
por lo largo de estos días
por lo ancho del camino
que he perdido y que no sé
por las horas que no he visto
por tu ausencia y por la mía
por la lluvia de este Octubre
por el frío que me cobija
entre los suspiros que el viento
se ha llevado con mi fe.

Tu distancia es el naufragio
que abatió sobre mi vida
las auroras más cansadas
las más tristes despedidas
las noches más solitarias
de que tuviera razón
y aunque clamo a la cordura
a que me libre de estas ansias
soy víctima del impulso
de mi propio corazón.

Ay, si te contara yo
de penas y razones
por las que de lejanías
se han cargado mis canciones
pero que lo cuente el tiempo
porque hoy te hago esta promesa
amor, voy a olvidarte
con todas sus consecuencias
y a librar este pasado
que no dejo de arrastrar.

Voy a olvidarme tu nombre
aunque sea lo último que haga
aunque sea la última cosa
que me esconda lontananza
y ojalá que en mi camino
no me abrume la añoranza
porque aunque muera de pena
voy a olvidarme de ti.

Y que me atrape la noche
y que me lleven las tormentas
si le vuelvo a dar motivo
al sentido que te recuerda
y te repite y te repite
y vuelve a ser pronunciación
de ese tu nombre,
de luz que ardía en la habitación
como me amabas
como me necesitabas
como fue que se fue todo,
de repente una mañana
desperté lejos de ti
y de todo lo que fuera yo.

Voy a olvidar cada noche
andada al filo de tu calle
a la luz de esos faroles
que jamás debieron ser
la luz que guiara mis pasos
al compás de los recuerdos
que me enardecen la sangre
y hacen entre fiebre y vuelos
un fuego en el que arde mi alma
cuando sueña con tu piel.

Si un día te dije
que a mis manos no se olvida
la caricia de tus manos
tu mirada encendida
voy a olvidarte de veras
hoy olvida que te olvida
voy a derrumbar los sueños
a diseminar las ruinas
a liberarte y dejar
que nada halle en tu lugar
porque si así no lo hiciera
si comienzo a recordar
con la luz de tu milagro
no podría volver a amar.

martes, diciembre 05, 2006

Me enamoré de tu muerte



A Mariana
quien me contó que se ha enamorado
de escritores que
luego ha descubierto
que están muertos...


Me enamoré de tu muerte,
de tus formas de morir tan repentinas,
de la forma en que dices adiós
en que juegas con los verbos
sobre todo con el verbo existir
cuando la existencia se te fuga
como se te fugó y nos fuimos en fuga
y entre libros en que resucitabas
y yo jugaba a morir entre tus muertes
cuando te encontraba tan vivo
y redefinías la vida entre tus sombras
cuando me alumbrabas con tus siluetas
que eran tus ángeles y demonios
que hacían guardia sobre tu ataúd de hojas
cuando flores florecían entre carabelas
y me regalabas un ramo con una nota
en que la palabra amor se leí con sangre
y un corazón goteaba tinta negra y seca
cuando un suspiro se me escapa con tu nombre
y una luna alumbraba mi aliento
en aquella noche en que te hice entre mis piernas
y desperté sudando las lágrimas de tu sueño
y nacía entre mis cueros un sabor a mar
aunque nunca conocí tu cuerpo
ni habité las palabras de tus páginas.

domingo, noviembre 19, 2006

Naufragando un día...



Nace el día
mientras el hombre sale de la sombra
y las miradas saben a olvido
y las esquinas de la carne
duelen bajo los huesos
en estos días sin horas ni nombres
en estos días encuevado
bajo el peso del silencio y los gérmenes
que germinaron en mis labios la lágrima
el frío rocío la carne que se desprende
cuando un adiós se siente sobre las hojas
y el viento me trae olor a vacío
como un río de camino a algún infierno
en donde se escribe la divina comedia
de un pequeño ser que quiso ser hombre,
que fue barco de papel sobre una nada
y que ahora es una escueta calavera
esperando su resurrección de entre los vivos
sin dioses ni ángeles ni vírgenes ni altares
sólo la calle sin números ni pieles
ni gritos ni llamadas sin tono
ni el sonido de sirenas serenas y nativas
tan sólo el nacer otro día
y aún en espera de mi turno ante el naufragio.


Pintura de Jorge Meijide (Argentina)

miércoles, noviembre 08, 2006

Un suspiro...

Hoy dejo una huella en mi voz. Dejo un suspiro desde mi aliento hasta el aliento de quien me escuche. Sólo pulsa este suspiro...

lunes, octubre 30, 2006

Homenaje a Jocelyn Pimentel

Como amigo y colega, me llena la felicidad ver a una gran amiga premiada en un certamen tan prestigioso que lleva el nombre de una querida amiga que se fue a hacer versos al más allá y que suenan tanto más acá: Olga Nolla.

A ti, Jocelyn, este homenaje de mi parte. Enhorabuena por este primer gran logro en tu vida literaria. Brindo por ti, amiga.


De ella... Poema inédito de Jocelyn Pimentel


Una orla en el desierto
precede al tacto
te ubica en el hemisferio incongruente de la esfera:
la misma que se aproxima al vacío
la que repele ausencia
en designios de olvido.



Unas letras para ti...


Armaste palabras
y creado geografías nuevas
caligrafiaste cuerpos, espacios, sombras
con tu tinta de palabras y sudores,
- los que habitaste y te habitaron-
hiciste mapas de mundo y el mundo de los mundos
se te escapó entre las uñas y las retinas,
y habitó cada poro de piel la palabra,
acamparon sobre tus delirios flores,
hicieron coro en tu cabeza las estrellas
hiciste maquetas de letras en donde armaste un nombre
y tu nombre se hizo eco entre páginas y bocas
eras silueta, eras la forma de tus sintagmas
y ahora eres una sonrisa, una imagen, una figura
que transmuta la mirada con tu voz y verbos
y ya no eres anónima entre los adoquines,
ya no eres el rayo dorado deambulante en la ciudad
ahora te has hecho presente y silente sobre el silencio
y tu presencia se hace canción sobre el amor,
sobre las pieles que haces versos y sueños,
porque armaste las palabras
y te desarmaste cuando la vida te premió poeta.

lunes, septiembre 18, 2006

Las olas y el mar y la noche sin mí
sin este cuerpo habitado de sombras
de fantasmas marinos y entes marinos
que hacen mar de mi recuerdo,
de esta piel que a veces hizo olas de sudor
y que navego con palabras y silencios
sirenas de espuma en tiempos sin reloj
o ninfas que sólo estuvieron en su cabeza
y que hicieron marullos en sus deseos inconclusos
y poblaron poemas llenos figuras y dulzuras
como soñar con un brownie humeante
en medio de algún shopping center
o como poblarse de caracoles en un mar solitario
o como la soledad de mirarse azul en alguna página
y ser mar de palabras en otros puertos
y habitar la nostalgia con una canción de Filio
y la música ser mar sobre el mal de los minutos
cuando un hombre dice amor entre carros olvidados
y un deambulante lo mira con pena y lágrimas
y sus lágrimas también son un mar en aceras
por donde siluetas toman orillas como gradas
y la calle es la gran pasarela de maniquíes de mármol
el día en que la vida suena a olvido y el dolor
también es un mar que se acurruca más abajo del ombligo
cuando fuegos azotan líneas telefónicas
y la voz es mar que inunda un corazón de ecos
y la sangre también es mar con sargazos de lágrimas
y la ciudad, otra vez, es el arrecife de mi especie
y este hombre, el que escribe, es una ola con palabras
y ese ser que me lee, tal vez tú, una botella con un papel dentro
navegando de camino a quién sabe dónde.

jueves, septiembre 14, 2006

De muertes y olvidos...


Hoy abro los poros
y mis huesos respiran el aliento de los muertos
de la calle negra llena de lagartos negros
en la negra soledad del deambulante
que hace versos a la noche en su caja de cartón
cuando caen las estrellas y gatos maullán
y el día hace el amor a la noche
y la noche es negra como la tinta en un papel
que gotas de lluvia o lágrimas disuelven
cuando el sentimiento se vende en la farmacia
o como cuando la palabra es cárcel de recuerdos
cuando el decir se hace tan innecesario
y la necesidad cuelga sobre balcones extintos
y la ingravidez es la gravidez del alma
el arma sin balas que descarga muertes descalzas,
el espacio del vértigo que invierte la memoria
o la retórica de un poema en un callejón desierto
en donde palomas fornican en los aleros
mientras abajo, cerca del suelo, un hombre
baila con su sombra sonidos sordos
y caen las diosas y los dioses sin ángeles ni demonios
cuando un ángel tatuado se pierde entre adoquines
y las calles son tumbas de sus olvidos transpirados
cuando su lagarto se pierde entre constelaciones lejanas
y la calle es la tumba que entierra un adiós
cuando la puta soledad me posee entre su frías piernas
y me abrigo del olvido para no olvidar que estoy vivo.

miércoles, septiembre 13, 2006

Letras (Continuación)...

... Miro atrás y un espejo me muestra un reflejo hacia delante; y ese espejo se encuentra con otro y se crea un espacio casi infinito. Mi silueta está en cada uno repitiéndose; a veces lejano, otras tan cercano que algún espejo se empaña con mi aliento o tal vez con el de alguno de mis reflejos. Miro el reloj y sus manecillas dan vueltas difuminándose y creando la sensación de ser remolino en el cual los números desaparecen y se traga el día y la noche. Entonces queda sólo un tiempo sin tiempo, sólo una presencia de estar y ser. No miro lo que soy porque el simple echo de saberme pensado me da identidad, me da presencia y de mi identidad no me preocupo. No me gusta pensar la identidad porque cada día me despierto sintiéndome más nuevo y me rige mi propio ego a ser quien quiero ser e inclusive, a sentir como me quiera sentir ese día. Sí, soy un hombre que siento y expreso eso de muchos modos. Mi cuerpo es toda una obra de arte que no guarda nada y que todo lo da. Así también se expresa con la mirada, con los gestos, con las palabras y cuando la intensidad me arropa y consume, con un silencio. Sin embargo, el silencio no es destructivo; el silencio a veces duele e hiere, pero es constructivo, creativo, vivo. Siempre he pensado que todo surge del caos; como un gran big bang que nos persigue durante toda la existencia. Es que existir no es otra cosa que deambular por la vida y buscar el puente que nos siga haciendo presentes aún cuando la vida se nos acabe. El puente no es otra cosa que ese algo único que tenemos cada uno de nosotros y que cada cual hace más o menos sólido con sus acciones. Yo siempre he actuado según he deseado y querido. Querer y desear son los motores que han manejado mis manos, mis proyectos, mis miradas y mis más profundos deseos. He deseado y querido con la locura e intensidad con que he vivido; cada momento, segundo, ha sido un constante deseo, una búsqueda, un encuentro. He querido y deseado y me han querido y deseado y rastros de esos quedan por ahí, sueltos en camas, en paredes, en moteles, pero sobre todos en memorias y cuerpos que me siguen repitiéndome sin yo saber cómo ni por qué. Sí, sé que suena egocéntrico y tal vez lo sea, tal vez, y digo sólo tal vez, no sea más que reconocimiento que hago de lo que doy y no doy, de mi autoreconocimiento de hombre. Soy el hombre y soy una buena idea de un ser humano: racional, íntimo, lleno de errores, conciente, silencioso, creativo, abarcador, mío muy mío y habitante de tantas y tantos que me han hecho un personaje de sus vidas.

Hoy y tal vez ayer y tal vez mañana, soy, fui y seré un hombre en un día que es azul y sentado en un rincón del mundo, con mi lagartijo tatuado a tertuliando sobre la mirada de él y mía y sobre la risa que nos da ser sólo tatuajes de la historia incompleta de nosotros mismos y no sé por cuánto más.

viernes, septiembre 08, 2006

Letras...

El día es azul y me siento en un rincón del mundo, con mi lagartijo tatuado a tertuliar sobre la mirada de él y mía y sobre la risa que nos da ser sólo tatuajes de la historia incompleta de nosotros mismos...

miércoles, septiembre 06, 2006

Renaciendo...

Dejo atrás la pausa,
dibujo con crayola una sonrisa,
pinto con frutas mis labios,
mojo mis manos en el mar,
y el mar es un recuerdo,
lleno de aire un globo sin suspiros,
levanto la frente sobre montañas,
y las montañas son cuerpos,
cantó canciones rojas y verdes,
hago una fogata frente a fantasmas
- y todos corren-
abro los ojos y miro mi reflejo,
alzo mis manos y llueven versos,
llamo a la calle y sudo en ella,
y mi sudor es río transparente,
camino y mis pies están tan repetidos,
florezco estrellas en mis ojos,
elevo mi cuerpo soñando olas
y me regalo esta hora descalza
y digo adiós a la melancolía.

martes, septiembre 05, 2006

Otro algo...


El escueto sabor de un olvido;
una galaxia de bocas carnívoras
que persiguen lagartos intergalácticos
lamiendo sombras con ácido azul,
escarbando tumbas de adioses
de muertes pequeñas y latidos grandes,
de ecos entre leones petrificados
y las cavernas de ríos canalizados;
el día que se hace tan frío y tan viejo
cuando búsquedas se hacen tornados
y se torna todo en lágrimas torcidas y grises
un arcoriris salta de un labio a otro,
montañas desaparecen entre fragancias inodoras;
de una cueva se asoma tímida una forma
de algún astronauta que durmió siglos
y que un lagartijo se tatuó en sus ojos y su hombro
de donde nació una luz transparente y callada
y parió entre susurros una lágrima latiendo sangre.

viernes, agosto 18, 2006

Arrepentimiento



Las palabras florecen
arre el grito cuando miento
el arrepentimiento que se hace lento
lamento y texto en contra peso,
el arre que llama al silencio
cuando el miento suplica al grito
súplica y vacío sobre un ombligo
o el sonido de las cascadas de mentes
como se arremete contra leyes y rostro
y el escarmiento es la raíz del dolor,
la llamarada del arrestado de amores ciegos
en la cúpula del que copula el secreto
como el que arrea una manda de piensos
en el arrepentimiento del adiós descalzo
con el arre que empuja estas manos de hombre
y un miento que se encarcela entre mis costillas
y visto de azul las distancias grises del tiempo
sin el arre de ser poeta en este tiempo
sin mentir a las masas el nombre casi exacto de mis cosas
arreando el amor pecho abajo hasta mi sexo
en el estremecimiento de una palabra hecha orgasmo.

lunes, agosto 07, 2006

Apalabrado al natural...


Las palabras se me hacen sal
se escapan entre los huesos
huelen a cuerpo y suelos
y saben a la historia de las historias
como la de una ciudad
que olvidó el sabor de su muerte
o el de un poema que mató un verso
y fue tanta la violencia
que un recuerdo engendró la noche
y volaron mariposas sicodélicas grises
alumbrando una luna que pujaba sueños
frente a un coro sinfónico de coquíes
que sonaban un blues azul como un mar
donde las olas eran los caballos de Atilas
que se perdían entre los cueros del Caribe
y el sudor de hombres y mujeres se esparcían
y poblaban de sales camas entre brumas
cuando los cuerpos eran todos iguales
y las sombras habitaban un sonrisa
cuando gatos negros corrían sobre las estrellas
y un lagartijo caminaba la espalda de un poeta
cuando no quedaban más gritos subterráneos
y llovían poemas cargados por gárgolas
a un esquina donde yacía un altar de hojas secas
cuando caían relojes sin prisa ni tiempo
y nacía un cuerpo crisálida
en un día caliente de verano
entre gemidos de dinosaurios
y moría la soledad en los brazos
de una flor que deambulaba
desnuda sobre cemento
abrazada a un esqueleto
que una vez fue mío.

jueves, agosto 03, 2006

Feliz cumpleaños...

Pasan los días,
los días son semanas,
las semanas son años
y pasa la vida
y la vida pasa y queda el tiempo
atemperamos las voces
y somos historia
y la historia de la historia
que abrazamos al silencio
y el silencio tiene su historia
al pasar los tiempos
y nacer entre los minuteros
al mirar atrás
y sentir la gestación
de nuestros huesos
y los huesos de todo un pueblo
como un gemido en la noche
en que se gestó un cuerpo
y con el tiempo fue un Yo
y fue otros pronombres
en colectivos y singulares
con la singularidad de este día
en que celebras un año
y yo celebro la vida
aunque no esté contigo
y no veas mis ojos mojados.

viernes, julio 21, 2006

11:21 AM


11:21 AM

La hora y los minutos
llámese tiempo
el silencio de las voces
y tras el espejo
la figura de un hombre
y el sabor de una carne
en el reflejo
el minutero camina
y los segundos
se hacen pesados
como decirte adiós
o como plasmar este punto
con sabor a arena
entre los huesos.

martes, julio 18, 2006

Gris...



Hay días tan grieses
el mar cubierto de nubes es gris
como gris es la llegada de la noche
aún la llegada del día es gris
como la lágrima de un niño solitario
y como el pesarse sólo entre el bullicio
también eso es gris
y es gris una sombra
y la silueta de las tetas también lo son
y es gris el sueño
un apartamento lleno de sombras es gris
y todo es gris
como gris es un hombre en la ciudad
calzando de poemas
en donde el papel es gris
y un perro que pasa es gris
y la puta de la esquina es gris
y mirar a las montañas
y la forma de los montes es gris
como el punto final
cuando el verso se acaba es gris
al caer la nube en el cuerpo
es gris
y una mano en la carne es gris
como la palabra amor
y la caída de los cristos de alma
también es gris
como un bolero en una barra
o el gemido en un carro
es gris
cuando un reloj de arena se rompe y cae,
cuando una mirada se desnuda y suda
cuando una carcajada gime
es gris
al caer mis dedos sobre este papel
es gris
cuando sangra mi hombre sin color
es gris
como gris es mi suspiro
y mis letras
cuando afuera llueve gris
estando yo tan colorido.

lunes, julio 10, 2006

Llueve...


Llueve.
el día
late
gris
mientras
te pienso
y te
deseo
entre
mis manos
en
mi
carne
entre mis
huesos
acampando
dentro de mis
piernas
mientras
florece
tu piel.

miércoles, junio 28, 2006

Estar o algo así...



Estoy en pausa,
está lento el tiempo de reloj,
las aves vuelan como antigua película
cuando el color sólo estaba en la mente;
estoy demente
una fiebre cubre mis momentos
viajo sobre tierras, planetas, galaxias
llevo conmigo una placenta de recuerdos
pero estoy navegando el suelo;
estoy sin color
mis manos son raíces aferradas al suelo
mis alas de ángel decoran un cementerio
-como un trofeo-
y mis palabras escriben solas mi esquela;
estoy desnudo
las máscaras las quebró el viento y cayeron
mi carne estaba en ella y sangré lágrimas,
las mías y las de ella, la de la leona,
y mis huesos conjugaron el verbo correr
y dejé tatuados pedazos de hombre en una carretera;
estoy mirando
mientras el espejo muestra un esperpento de sombra
vacío desde que el sentir se hizo imposible
-y no supe ni sé lo que es en el temor-
y cómo me dueles mujer de letras y sueños
en la incertidumbre de este cuerpo de mármol viejo;
estoy sin estar
en cada esquina de lo cotidiano voy muriendo
las aguas de mi cuerpo son ahora nubes ámbar
tu adiós no hace eco ni en ti ni en mí
-aún hay pedazos tuyos y míos nuestro mundo-
y la luna sigue su ciclo cada 30 días;
estoy y sólo eso sé
sin saber ni ser, sólo estando o pensándolo
en la agria noche donde caen estrellas
y en un amanecer que me trae un sabor a vida
y renazco como el fénix de entre las llamas
sobre el péndulo de un verso
sin decir adiós porque los caminos no terminan
sólo chocan,
y nacerás, sí, porque te has parido
y has puesto piezas en este hombre de miel
y un día te miraré de cerca
y tal vez
otro sean los versos.

martes, junio 27, 2006

Dijiste adiós...

Dijiste adiós
cuando apenas comenzaba
a extrañarte
y me preñabas
de sentimientos,
de calor,
de la palabra amor
y de un sentir intenso.

Dijiste adiós
cuando hiciste un barco de papel
en la noche
y te fuiste
callado
navegando un río
rojo
remando una lágrima.

Dijiste adiós
cuando en una fiebre te pensaba
y creaba tu rostro
transparente
y tu mirada era un mar
azul
y tu piel era el Caribe
cuando rumbeabas en mi vientre.

Dijiste adiós
cuando despuntaba el día
a contra luz
y me dolía el amor
y me latían los sentidos
y sentirte era real
y estaba lleno de ti
amamantando tu nostalgia.

Dijiste adiós
cuando apenas te me hacías palabras
dejándome
lleno de verbos y adjetivos
que te nombraban
como al cuerpo que fue tu templo
y ahora me quedo llorándote
en un silencioso vacío.

miércoles, junio 21, 2006

Pensando en palabras

A un tiempo de haber comenzado este espacio, es la primera vez que le doy aliento de letras que no son versos. Hoy no me huele el poema; las manos me están áridas. Me cuestiono mi propio arte, mi propio trabajo, mi propia pasión porque yo soy lo que escribo y hoy, ayer, antes de ayer y mucho antes de antes de ayer, me siento ser el hueco negro más profundo de todo el universo. ¿Cómo hacer palabras que se sientan si no sé sentir, sino sé ser, sino no sé vivir? ¿Cómo y de qué forma mirar las palabras cuando uno rostro, el de ella, está en cada palabra?

Llevo muchos años tomando palabras, haciendo palabras, sintiendo palabras, pariendo palabras. Las he tomado y retomado y le he dado la forma que he querido. Cada vez que moldeo una palabra hecha de letras, hago y construyo una parte de mí. De tal modo, escribir ha sido una proceso de construcción dual en el cual mientras creo me creo. No puedo concebir un escrito mío en el cual no esté; en el cual no sea; en el cual no esté mi pasión, mi sangre, mi muerte y resurrección. No hago las palabras por la moda ni por quien me leer, pero me gusta el desnudo –no lo niego- y cuando nace un texto el cual llega tus ojos, invisible lector, puedes ver fragmentos de mi piel y de mi alma; de ambos porque son indivisibles.

Hoy, miércoles, 21 de junio de 2006, me pesa la vida y como mi palabra es mi vida como ya te confesé, me pesa es escribir. Tomar este segundo para expresar, despojar, desdoblar mis manos y convicciones para hacer esta herejía que hago en este momento, me da un dolor intenso, una angustia, pero a la vez cierto placer masoquista; como dijo una vez Frida en su lecho de muerte: “El dolor sin mí no puede vivir”. En esta mañana que como todas he bebido la calle y me centro a orillas de la ciudad, de la capital, escribir es ese dolor, esa vida que da muerte, y que duele y que se siente y que se ve. Escribo para que me duela, para reírme de mi debilidad, de mi desnudo, de mi sensible insensibilidad. Me hinco con palabras sabiendo que en todas hay un reclamo, un grito, un ensordecedor silencio, y el aliento de la muerte en mi oído izquierdo.

Ahora caen lo segundos. El paréntesis en que está el hombre, éste que te escribe voyerista lector, se derrite y se dispersa por las alcantarillas de este espacio virtual sin que el dolor y el desespero me sean virtuales. Respiro el aire cargado, pesado con en la cúspide del Everest en donde la frontera entre las estrellas y el mar es tan uniforme, cercana, asfixiante. Los minutos caminan lentos; no hay historias por guardar porque no hay a quién contarlas; no importan las experiencias e inexperiencias porque no deseo guardarlas para un texto ni contarlas a ser que habita mi interior. En este momento, sólo cae el día pesado como el tapón de las cinco de la tarde, y ya me he dado la dosis de muerte en la calle, en estas palabras, en este punto final.

martes, junio 20, 2006

...



La calle
fue hoy un cementerio
donde yacían voces
un ataúd cargaba un hombre
y era yo
y era mi silueta
que mi mirada verde
en el verde monte
en le verde lago
en el verde vacío
el dolor era azul
y gris
y anaranjado
y no cabía nada
ni olía nada
ni sentía nada
ya el sentir es la nada
sin saber qué sentir
si acaso siento
pero pienso y duele
y duele el pensar
y callar
y enmudecer
sin ser
cayendo
nadando en la nada
cuando el todo se oculta
y me oculto en todo
y sigo vacío
gestando en mis entrañas
un cuerpo minúsculo que se escapó
y hoy nace
y me nace al llamarme nadie
al bautizarme olvido,
adiós,
algún día,
ya no me llora la carne
porque el corazón
ha monopolizado mis aguas
estoy seco por fuera
cuando adentro soy un mar
como siempre he sido
bautizando de angustia
unos labios,
un alma herida,
y quedarme como ahora
contemplando mi inmundicia
y cayendo lento a un pozo
donde sombras me esperan
sabiendo que no habrá sol ni luna
pero así me lo he ganado
y seré la nada
como siempre he sido
y me vengo con dolor
en palabras.

lunes, junio 19, 2006

La lágrima del adiós...



Me arden los ojos.
Cuelgan de mis párpados
musgos de lágrimas
hay la estalactita de un adiós
latiendo en un silencio
entre los cristales cerrados
de algún vehículo
en alguna ciudad
donde se repite un grito
en un vientre que es templo
el cual un minotauro transgredió
con su sabor a muerte y vacío
-y cómo duele morir y vaciarse-
y ahora se pierde en la distancia
la que él mismo tejió azul
un manto de mentiras grises
de verdades a medias ámbar,
y de eso hoy solo quedan ruinas
y un pequeño gladiador que se levanta
en el silencio
que un hombre lloró
lo que no defendió en su miedo
en ese mar frío que lo acurrucaba
cuando caían los soles y las lunas
y el laberinto se hacía estéril
y el hombre se hacía estéril
y se esterilizaba la angustia
deletreando a-d-i-ó-s
al caer el último día
y escuchar a lo lejos
un zumbido en el de un llanto
y mis lágrimas
hacen un mar
que no se encuentra
que mata
que se mata
y desaparece
para
siempre.

viernes, junio 09, 2006

"Mar adentro"

A Ramón Sampedro
Quién dio vida y amor a la muerte
y me regalaste una lágrima
aunque nunca nos conocimos


Hay días en que cierro los sentidos,
en que dejo a la deriva los sueños pasados
e imagino mi último día;
entonces rostros hacen procesión en el recuerdo,
me abruman las sonrisas plagadas de voces,
me redimen las miradas cargadas de penas inertes
y me enfrían los adioses a escondidas;
ensordece mi despedida los adioses a gritos,
una luz neón me llama en una calle de adoquines orinados
mientras tatúo en mis huesos un último verso
y un mar es una lágrima agridulce y clara
y un barco de papel me espera en un puerto desierto
donde sirenas topless hacen guardia de honor a mi nombre
y me despido como llegué, vestido de silencio,
y me voy desnudo al otro lado a jangear entre los otros
cuando cae la noche sobre mis párpados grises
y la luna besa mis labios cuarteados y secos;
cuando nadie me mira me deshago de todo
y me voy sin voces con un verso sangrándome las manos.

miércoles, mayo 24, 2006

Hoy me seduce una palabra...


Hoy me seduce una palabra azul
una ola lenta sin sal
sin aguas descalzas
un marullo de silencio
en la voz del hastío y el vacío
en la caída de una gota de sudor
a una avenida sin autos
y desnuda de cuerpos verdes
o de lagartijos de sombras
en la caída de las horas
como hojas de espuma
cuando el día y la noche se confunden
y no saber ni ser nada
y no ser nada ni saber algo
al fotografiar la ausencia con palabras
cuando apalabro mi hombre con letras
y tiendo una hamaca
y me mezo entre dos canciones de Silvio
al sol de este calor de verano
que habita esta ciudad de castillos de arena
que al caminar una sirena seduce mis sentidos
con un gistro de hojas secas
y con un violáceo maquillaje de miradas
en este día que no tiene calendario
y que un astrólogo me recomendó en el periódico gris
en este día que me cansé de esperar milagros
y que me sedujo una palabra azul
que tatué con saliva un nombre entre mis huesos.

jueves, abril 20, 2006

Esta tarde se me ocurre...



Esta tarde se me ocurre
recetarme palabras,
las buenas y las malas
las malas que son tan buenas
y las buenas que saben tan malas;
se me ocurre desnudarme
e irme de shopping
sin que me miren,
sin que yo mire,
sin que nos miremos;
se me ocurre irme a caminar
descalzo por una playa solitaria,
solitario por un monte de sombras,
ensombreciendo los pies con miradas;
se me ocurre disfrazarme de desconocido
e irme por las calles despobladas
o las calles sobrepobladas de ruidos
y no ser nadie mientras soy todos
andar descuidando los descuidos
mientras no soy nadie y estoy en todos;
se me ocurre escapar de las letras,
desbocarme en páginas vacías,
sin que me mimen ni me tienten,
y ser sólo un escritor sin palabras
y una palabra sin que me nombre escritor
al sumergirme en los recodos de la vida
y brindar en silencio en una barra;
esta tarde que ya no es tan tarde
se me ocurre escribir este bardo poema
mientras desbordo ideas y silencios
y mientras tú me lees y piensas:
“coño, que buen poema”
y acá, en esta tarde que ya no es tan tarde,
yo me río pensándote y pensándome
con una sonrisa carcomida de palabras.

domingo, marzo 26, 2006

Mi cama duele...


Mi cama duele
me acuesto con tu sombra que no dice nada
y un abismo de desiertos se tiende entre nosotros
porque no estás y hace mucho dijiste adiós
pero no te acuerdas, no lo aceptas,
y una enorme brecha me recuerda que aquí estamos
donde sólo queda un leve recuerdo, un roce,
y cada noche a tu lado es un grito frío
un llanto solitario como el de un niño en su cuna
y cuando nadie nos ve y todo es estéril
y mis manos inquietas no te encuentran
y mis dedos sangrantes no te mojan,
y mi hombre de cristal se rompe,
en esta cama que no tienen nombre
que alberga un cuerpo desnudo de sueños
y una virginalidad cada vez más nueva
cuando ardo por dentro y en ti sólo hay cenizas,
cuando del último polvo sólo quedan olvidos
y miro mis cueros frente al espejo y no me conozco;
mi cama duele
y un cuerpo muere perdido en sus llamas
cuando entre silencios llama aquella figura lejana
y me pueblo de versos cuando la sudo solo y callado.


sábado, marzo 11, 2006



Quité la camisa,
bajó el zipper lento,
quedó la carne desnuda,
entró el viento,
me rozaron unos brazos,
eran los míos desnudos,
surgió un escalofrío,
una corriente me recorrió,
me vi en blanco y negro,
me sentí mar sin color,
y fui ola en una corriente,
mis manos fueron costa
y un barco de papel nació
y navegó palabras verdes
en el horizonte de mis dedos
desterrados.

jueves, marzo 09, 2006

Ciego de palabras...


Estuve ciego de palabras
se quedaron sin ojos mis brazos,
se cuadricularon mis dedos de carne
y mis huesos se evaporaron adentro
donde el silencio se quedó mudo
un papel sin pupilas guiñó su ojo izquierdo
por donde escapaba una tribu de recuerdos
y se proyectaban en una pared negra,
y era mi mano,
el papel sangraba negro
la sangre era tinta y palabra seca
que caía en un hueco profundo
entre dos piedras macizamente huecas,
y eran mis labios,
me pesaron los segundos delgados,
se caía mi aliento y las horas
y me quedé colgando de las pestañas
cuando pesaba el bolígrafo como un adiós
y se quedaba el hombre con el rostro de letras
y se quedaba la vida desnuda de letras,
y se ahogaba la carne saciada de letras,
y los recuerdos estaban rellenos de letras
al caer el manto poli color de la tarde
y la noche y la mañana al abrazarse en silencio
cuando me caí sobre un papel vacío
y estuve ciego de palabras.