"Dama de los ojos tristes de las tierras bajas,
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie,
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja?
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar?"
- Bob Dylan
(Colección Visor de poesía 1972
Versión de Antonio Rasines)
"Lo cortés no quita lo valiente"
- Anónimo
Reflexión sobre Bob Dylan y su Premio Nobel: Vivimos una
sociedad que nos impone sellos: Hijo, papá, abogado, maestro, escritor, músico,
etc. No solo tenemos un sello, sino que cargamos varios; Algunos que ejecutamos
y otros que nos imponen. Sin embargo, el ser humano tiene la capacidad de
llevar los mismos y desarrollarlos con igual éxito según se lo proponga y tenga
los méritos y disciplina que conlleva cada uno.
Antes que la gente conociera e idolatrara a Bob Dylan el
músico, era una hombre común amante de la lectura, que tal vez comenzó a
escribir desde algún remoto amor, que aun siendo blanco se formó en unas épocas
llenas de discrimen social que lo marcó, que tuvo algún carro con problemas
mecánicos y así asistía a sus estudios y lecturas poéticas y que eventualmente
encontró que la musicalidad de sus poemas podía llevarlos a otros nivel con la
poética de instrumentos musicales y así tocar consciencias. Entonces, la gente
comenzó a conocer a Bob Dylan el músico y generaciones tras generaciones han
quedado encantados por la letra de sus canciones, por qué, porque son poesía y
él nunca ha cedido a la calidad de sus letras para satisfacer a una casa
disquera. ¿Hay algo malo en eso?
Desde Gracia, la música y la poesía han estado
íntimamente ligados. Por ejemplo, lírica o lirismos vienen del instrumento
musical lira. En los tiempos de la antigua España, las noticias de pueblo en
pueblo las llevaban los llamados juglares quienes contaban las mismas en verso y muchas veces
acompañados de instrumentos musicales. Los himnos de los países son poemas que
se han muscalizado. Así sucesivamente música y poesía siempre han ido de la
mano.
En estos tiempos: ¿Quién puede cuestionar la poesía en
las letras de la música de Silvio Rodríguez? ¿Quién no ha sentido la poesía en
las canciones de Joaquín Sabina quien además ha publicado varios libros de
poema e igual el gran Luis Eduardo Aute? ¿Qué tal la poética en el bolero
cubano y puertorriqueño o en las letras de Tite Curet Alonso? Cantautores
poetas han musicalizado poetas de Octavio Paz, Gabriela Mistral, Pablo Neruda,
Pedro Mir, Nicolás Guillén, Mario Benedetti, Violeta Parra, entre tantos otros.
Acá en Puerto Rico, el trabajo exquisito de arreglos de Roy Brown con poemas de
Juan Antonio Corretjer entre otros poetas; Zoraida Santiago con los poemas de
Julia de Burgos; Walter Morciglio con poetas contemporáneos. ¿Qué de la obra
poética de Antonio Cabán Vale o de Sylvia Rexach quienes han pasado por lo
mismo que les comenté sobre los orígenes de Bob Dylan? El mismo Eduardo
Villanueva que antes de ser trovador y cantar sus décimas, ya era poeta. El
trabajo de composición de canciones de Jannette Becerra siendo ella poeta.
Entre otros tantos ejemplos en nuestra Isla.
En España, por alguna razón que desconozco y me gustaría
estudiar, se está dando un fenómeno generacional de este tipo en dos líneas:
Cantautores que están incluyendo a poetas con sus textos recitados en sus
discos y presentaciones; Y poetas que tienen buena voz y tocan esencialmente
guitarra que han musicalizado sus poemas o hecho arreglos de los mismos. Poetas
como Ismael Serrano, Marwan, Diego Ojeda, Pedro Pastor, Fran Fernández, Pedro
Guerra, Jorge Castro, entre otros. Cantautores jóvenes con sensibilidad de
poetas como María Rosalén, La Otra, Adriana Moragues, La Mare, Kike Ruiz,
Andrés Suárez, entre otros.
Como lector, creo que el premio de Bob Dylan es merecido
y que con ello, como debe ser, se premia una trayectoria que ha trascendido el
tiempo, idiomas, generaciones. Enhorabuena por la poesía y las letras…
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