Este sábado en la noche llevamos a cabo la noche de poesía y arte en
el pueblo de San Sebastián del Pepino. Quiero compartir con ustedes
algunas notas de este viaje; algunas historias:
- Como
saben, vivo en Aibonito. La ruta que tomé fue coger la PR 10 en Ponce
la cual me llevó a Adjuntas, luego la PR-123 hasta Utuado y ahí la
PR-111 (que se denominó "Carretera Enrique Laguerre") hasta Lares y de
ahí a San Sebastián; un viaje como de 2 hora y 40 minutos.
-
En el camino me paré en un negocio en Adjuntas (en la PR-123) que se
llama el Rejón Taíno en donde probé la mejor alcapurria de guineo
(también las tienen de yuca) que he probado en mi vida, claro, con una
Medalla por el lado.
- Entre Adjuntas y Utuado me encontré
una paisaje humano muy particular y casi extinto: Un hombre con botas
de plástico, pantalón caqui dentro de las botas, camisa de manga larga
roja, sosteniendo una soga en la cual tenía amarrada una puerca enorme
la cual había sacado como a pasear o que comiera.
- El
viaje fue muy placentero con un clima claro y las montañas del corazón
de nuestra Isla mostrando todo su verdor. Puedo decir que cruce frente a
los dos centros ceremoniales indígenas más importantes o reconocidos
de nuestra Isla: Tibes en Ponce y Caguana en Utuado; eso fue especial.
-
Me detuve en cada pueblo y en cada uno sentí un gran calor humano y
gente con un pasión por vivir y por dar lo mejor de sí a sus amigos y
visitantes, que realmente me conmovió y me hizo sentir muy orgulloso ser
puertorriqueño.
- En San Sebastián descubrí un pueblo
que es un tesoro: un valle rodeado de haciendas ganaderas y un pueblo
que mantiene un balance entre su desarrollo económico y su herencia
histórica. Allí pude caminar por su pueblo, disfrutar de sus edificios,
de sus monumentos y sentirme parte de ese lugar. Así que lo he
adoptado como un pueblo de mis favoritos y al cual volveré tantas veces
como pueda.
- La noche de poesía fue muy especial. La
galería de Gustavo Santiago, padre de nuestra compañera Selimar, es un
lugar muy acogedor y con una gran vibra. Entre otra gente que participó
y no conocía, estuvieron: Lourdes Noemí Cruz Negrón (Isabela), Desiree
M. López-Aponte (Moca), Cindy Jiménez Vera (Pepino/San Juan), Alberto
Martinez-Marquez (Aguadilla), Marilourdes Acevedo de San Sebastián,
Edgado Nieves Mieles (Isabela), Amneris Magenta Scott (Yabucoa) y
Selimar Santiago (Orlando, Fl). También llegó público de Mayagüez y
otros pueblos cercanos. La lectura comenzó a las 8:30 PM, con gente de
pie y otros sentamos en el piso en mantas. Desde el principio Selimar
marcó el formato en que sería: sin formato y buscando que cada escritor
leyera cuando quisiera y tratar que fueran poemas que contestaran al
que leía anteriormente. Así fluyó libre e intensamente y realmente fue
un manjar de talento, de pasión por las letras y de vida como pocas
veces he sentido y participado en mi vida. En esas estuvimos hasta casi
las 12 de la media noche. Fue muy satisfactorio ver la cara que gusto
de la gente y de pedir que se repitiera más a menudo. Seguro que así
será y ya eso está hablado.
- El Festival de la Novilla
fue otra historia. Ese día Selimar me despertó cerca de las 10 y el
desayuno fueron dos alcapurrias que había traído de Lares. Esa noche
dormí en casa de su abuela que era al lado de la Galería y por donde
pasaba el Festival; esa señora fue y es tan chula que me adoptó y ya
tengo un lugar en el cual quedarme en San Sebastián. Nos fuimos a
caminar por la calle por donde pasa el Festival y era un mar de gente y
de cosas curiosas como un tipo vestido de vaca y gente que se pegaba
como a chupar de sus ubres y así tantas cosas. Luego de caminar casi
una milla, regresamos a la casa no sin antes pasar por una panadería en
la cual hacen comidas y comprar varias órdenes de arroz, habichuelas y
pernil. Luego de comer, Selimar y otros amigos de ella se fueron, pero
yo me quedé en la casa de su abuela. Allí vi pasar la novilla y todas
las carrosas del festival así como las bandas y demás. Todo lleno de
colorido y sentido cultural.
- Salí de San Sebastián como a
las 4 PM. Cogí un tapón como de media hora en un trayecto como de dos
mil pies porque por allí pasaban las carrosas que habían salido del
Festival más era frente a donde se estaban llevando a cabo las Fiestas
Patronales. Luego cogí un tapón de tres horas (un trayecto que
normalmente son como 20 minutos) desde San Sebastián hasta la frontera
con Lares a nivel de que de Lares no estaban bajando carros hacia San
Sebastián y los carros que iban muchos tomaron (incluyéndome) manejar
por el carril que era en contra del tráfico. Pasaron patrullas en carro
y en motoras así como motoras de emergencias médicas más una grua lo
que me hizo pensar en un accidente. Al llegar a un cruce habían unos
policías dando tráfico y no vi nada que pareciera un accidente. Les
resumo que salí de San Sebastián a las 4 PM y llegué a Aibonito a las
8:45 PM. Fue un largo viaje y venía súper cansado, pero la satisfacción
pudo más. Casi ahora, nuestra compañera de página Samadhí me escribía:
"quisiera irme a vivir al campo y hacer eso que haces tú, una eterna
gira poética por la isla" a lo que le contesté: "Lo que hago lleva
mucho sacrificio de tiempo, de energía y aún de la familia, pero siento
que es mi misión y, como dijo don Pedro: "La patria es valor y
sacrificio" y mi patria es el mundo y el arte".
- Para
terminar, quiero compartir con ustedes algunas de las imágenes que tomé
con mi media dañada cámara de mucho de lo que pasó allí. Hay la errata
de que no fotografíe a Amneris Scott y que también se me pasó darle la
cámara a alguien para que me fotografiara mientras leía; pajas que le
caen a la leche. Este es el enlace:
https://picasaweb.google.com/104243345239968122591/PoesiaEnSanSebastianYFestivalDeLaNovilla#
Hasta la próxima aventura!!!!
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