Habana, solo La Habana
“Habana, mi Habana
Si supieras el dolor
Que siento cuando te canto
Y no entiendes que es amor”
- Carlos Varela
Cabalgando sobre la memoria,
sobre las olas a medio grito
sobre la muralla que cae sobre el viento
sobre la utopía deshecha en el vacío bar
sobre voces que susurran historias
sobre el penúltimo acorde de Silvio
sobre la tierra en que Martí lloró.
Suelo extrañar la inquietud del calendario
allá donde el tiempo se escribe entra pausas
donde el dolor se hace verso converso
donde el mar se poetiza con lágrimas y sangre
donde el pájaro teje con bejuco su media ala
donde el malecón se pinta de estrellas suicidas
donde dibujé entre espejos la melancolía.
Te pienso Habana sin nada más que tu misma
más que edificios como trazos de Picasso
más que voces a tumulto surreal poema
más que retóricas estoicas de filosofar monólogo
más que último suspiro del sol desdibujado
más que el tatuaje estrellado en el brazo del poeta
más que el último adiós en el humo del Che.
Pero la mente demente suele jugar a malabares
como quien busca lo incluso en las canas de Hemingway
como quien recrea un nombre de una voz en el bus
como quien balseramente virtual zarpa tonos sin tono
como quien nombra un nombre, tu nombre, con una flor
como quien suspira espirales sobre la muralla de La Cabaña
como quien siente que ha dejado la inquietud de un adiós.