Las palabras se me salan en las ganas.
Un estetoscopio olfatea el latido
el último vestigio de un zumbido apalabrado
ahogado justo al fondo izquierdo del pecho
donde una ninfa hace cantar la lira
al seducir a un Orión bañado de luna
en esta noche en que las ganas sudan
en que el mar viste cuerpos con desnudez
a esta hora que estrellas fugaces secuestran suspiros
en este segundo que te pienso y me pienso
y escribo tu nombre con semen sobre mi mano.