Escuchaba indios corriendo desbocados
con Ipod al ritmo de Ricky Martin en living la vida loca;
veía a piratas dándose shots de chichaito
encallados al lado izquierdo de la Garita del Diablo;
sentía una brisa fría de los Andes
sentado en el balcón de mi casa en Aibonito escuchando los coquíes;
juro haber visto a Calle 13 silbando atrévete, levante
en el triciclo rojo que a mi hija ya no le sirve;
recuerdo haber visto a Neruda, Paz, Hemingway y Poe
jugando dóminos en mi librero apolillado sobre mi libro de Dalí;
creo haber volteado mi mirada a la sombra de la luna
y ver la silueta de la Lupe perreando con Mahoma y Cristo,
estoy seguro que vi a Mercedes, la Negra, la Sosa, la de los sones,
taraleandome alguna melodía con un maté hecho de moriviví,
confieso que no me he metido nada para escribir este poema
sólo la nota de escuchar a esa diva en las calles de esta isla.
Perdón, debo irme con mis palabras sobre los mares
mi unicornio azul ya tiene Armored All en su pezuñas,
a lo lejos Afrodita me esperaba en baby doll y gistro amarillo
y espero dar gracias a la vida al final del día en alguna barra.